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Informe Del Segundo Relevamiento Conab 2025/26.



La Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) difundió su segundo relevamiento para la campaña de granos 2025/26 y trazó un panorama que confirma la importancia estratégica del sector agrícola para Brasil, pero también la fuerte dependencia de las condiciones climáticas en regiones clave.

 Según el organismo, la producción total alcanzaría 354,8 millones de toneladas, con una superficie sembrada estimada en 84,4 millones de hectáreas, lo que representa un incremento interanual del 3,3 %. Este crecimiento responde tanto a la expansión del área cultivada como a la expectativa de una productividad promedio nacional de 4.203 kilos por hectárea. 

Sin embargo, la irregularidad de las lluvias en Mato Grosso, Goiás, Paraná y otros estados introduce un factor de incertidumbre que podría modificar el desempeño final de los cultivos.

Soja: el motor de la producción agrícola brasileña

La soja continúa consolidándose como el pilar central del complejo agroindustrial del país. Para la campaña 2025/26, Conab proyecta una producción de 177,6 millones de toneladas, sustentada en una expansión del 3,6 % en la superficie sembrada, que alcanzaría 49,1 millones de hectáreas.
Aun así, el progreso de la siembra no ha sido uniforme:

  • En Goiás y Minas Gerais, la falta de precipitaciones ha provocado retrasos significativos en la implantación del cultivo.

  • En Mato Grosso, principal estado productor, el inicio de la campaña fue complejo debido al déficit hídrico de octubre, lo que obligó a algunos productores a resembrar o ajustar calendarios.

Pese a estos desafíos, la proyección mantiene un sesgo alcista debido al elevado nivel tecnológico del sector y a la fuerte demanda externa.

Maíz: estabilidad productiva con presión climática

La producción total de maíz —considerando las tres cosechas (verano, segunda y tercera)— se ubicaría en 138,8 millones de toneladas. Esto implicaría un pequeño retroceso del 1,6 % en comparación con el ciclo previo, influido principalmente por ajustes en el área y variaciones en las condiciones climáticas.
La primera siembra registra un avance del 47,7 % del área prevista, aunque con impactos localizados en los estados del sur, donde las lluvias han sido irregulares. El desempeño de la segunda cosecha (safrinha), que suele representar la mayor parte del volumen total, será decisivo para confirmar o revisar las estimaciones actuales.

Arroz, frijol y trigo: dinámicas contrastantes

  • Arroz: La producción caería un 11,5 %, hasta 11,3 millones de toneladas, afectada por una reducción del área cultivada, especialmente en Río Grande do Sul. A pesar de ello, las plantaciones en curso muestran un desarrollo satisfactorio, gracias a un manejo adecuado del agua.

  • Frijol: Se proyecta un volumen total de 3,1 millones de toneladas, en línea con campañas anteriores, manteniendo la oferta de uno de los alimentos básicos más importantes del país.

  • Trigo: La producción invernal se estima en 7,7 millones de toneladas. Aunque el clima acompañó durante buena parte del ciclo, la menor inversión en insumos —como fertilizantes y defensivos— restringió el potencial de rendimiento y elevó el riesgo de enfermedades, un aspecto cada vez más observado en los cultivos de invierno.

Dinamismo comercial: exportaciones robustas y consumo interno creciente

En el plano comercial, el informe de Conab destaca una tendencia sostenida de crecimiento en la demanda interna y externa:

  • Maíz: El consumo interno se ubicaría en 94,6 millones de toneladas, un aumento del 4,5 % respecto al ciclo anterior, impulsado principalmente por la expansión de la industria de etanol a base de maíz, que continúa ganando participación. Las exportaciones podrían alcanzar 46,5 millones de toneladas, manteniendo a Brasil como uno de los líderes mundiales en el mercado.

  • Soja: Las exportaciones se proyectan en 112,1 millones de toneladas, un incremento del 5,1 %, favorecidas por la disminución de la oferta estadounidense y por la fuerte demanda global. El volumen destinado al procesamiento interno alcanzaría 59,37 millones de toneladas, impulsado por el crecimiento de la producción de biodiésel y la mayor demanda de harinas y proteínas vegetales en la alimentación animal.

Brasil como potencia agroindustrial

Con estos resultados, Brasil refuerza su posición como uno de los mayores productores y exportadores agrícolas del planeta. La diversificación productiva, el avance tecnológico, el uso intensivo de biotecnología y el crecimiento de cadenas como el etanol de maíz y el biodiésel consolidan un sistema agroalimentario altamente competitivo. No obstante, la dependencia de las lluvias, la variabilidad climática y la oscilación de los precios internacionales continúan siendo factores determinantes que podrían reconfigurar el panorama en los próximos meses.

El informe de Conab muestra un escenario prometedor pero vigilante, en el que la evolución del clima y la dinámica de los mercados internacionales serán clave para confirmar las expectativas de la campaña 2025/26.

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