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Fibra Dietaría En La Cría De Cerdas.


La suplementación con fibra dietaria (FD) en la etapa preparto de las cerdas se ha consolidado como una estrategia nutricional clave para mejorar la salud intestinal, favorecer la inmunidad de las camadas y optimizar el desempeño reproductivo y productivo de las hembras. 

Su incorporación en la dieta, especialmente en las últimas semanas de gestación, no solo tiene efectos fisiológicos directos sobre la cerda, sino también sobre la microbiota intestinal y la calidad del calostro, lo que repercute positivamente en la vitalidad y crecimiento de los lechones.

Naturaleza y clasificación de la fibra dietaria

La fibra dietaria está compuesta por una variedad de carbohidratos no digeribles en el intestino delgado. Su fermentación ocurre en el intestino grueso por acción de la microbiota, generando metabolitos con funciones biológicas importantes. De acuerdo con su solubilidad en agua, la FD se clasifica en dos grandes grupos:

  • Fibra dietaria soluble (FDS): incluye pectinas, betaglucanos e inulina. Es fácilmente fermentable y produce ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como el acetato, propionato y butirato, los cuales sirven como fuente energética para los enterocitos y contribuyen a mantener la integridad de la mucosa intestinal.

  • Fibra dietaria insoluble (FDI): representada por la celulosa, hemicelulosa y lignina. Posee menor fermentabilidad, pero incrementa el volumen del bolo alimenticio, acelera el tránsito intestinal y promueve la motilidad digestiva, lo que previene el estreñimiento, frecuente en la gestación avanzada.

El equilibrio entre ambos tipos de fibra resulta fundamental. Una dieta con exceso de FDI puede reducir la digestibilidad de otros nutrientes, mientras que una proporción adecuada de FDS favorece la fermentación controlada, el crecimiento de bacterias benéficas y la producción de AGCC, que mejoran la función inmunológica y metabólica.

Efectos sobre la microbiota intestinal

La fibra dietaria ejerce un potente efecto prebiótico. Su fermentación estimula la proliferación de bacterias beneficiosas, especialmente Lactobacillus y Bifidobacterium, que mejoran la salud intestinal mediante la producción de metabolitos antimicrobianos y la competencia con microorganismos patógenos. En las cerdas, esta modulación microbiana se traduce en una mejor digestión de nutrientes y en un intestino más resistente a infecciones.

Investigaciones recientes han demostrado que las cerdas alimentadas con dietas ricas en fibra soluble presentan una microbiota intestinal más diversa y estable. Este equilibrio microbiano no solo beneficia a la madre, sino también a su descendencia: durante el parto y la lactancia, la microbiota materna actúa como fuente inicial de colonización intestinal para los lechones, influyendo directamente en su desarrollo inmunológico y digestivo. Por el contrario, una deficiencia de fibra en sucesivas gestaciones puede reducir la diversidad microbiana, comprometiendo la salud intestinal y la eficiencia reproductiva.

Impacto sobre el calostro y la leche

El calostro es el primer alimento del lechón y su calidad inmunológica determina en gran medida la supervivencia neonatal. Las dietas preparto con alto contenido de fibra soluble incrementan la concentración de inmunoglobulina A (IgA) e interleucina-10 (IL-10) en el calostro, dos componentes esenciales en la inmunidad pasiva. Estas moléculas ayudan a fortalecer la respuesta inmune de los lechones y a reducir la incidencia de enfermedades gastrointestinales.

Asimismo, una mayor inclusión de FDS durante la gestación se ha asociado con un incremento del contenido de grasa en el calostro y la leche, lo que mejora el aporte energético a los lechones y su ganancia de peso durante las primeras semanas de vida. En cambio, la fibra insoluble no ha mostrado un efecto significativo sobre la composición láctea, aunque sí contribuye al bienestar digestivo de la madre.

Efectos sobre parámetros productivos

1. Duración del parto

Las dietas ricas en fibra durante el preparto han demostrado reducir significativamente la duración del parto y el intervalo entre el nacimiento de cada lechón. Este efecto está relacionado con un mayor nivel de oxitocina, hormona responsable de las contracciones uterinas, y con una mejor disponibilidad energética derivada de la fermentación de la fibra. Los AGCC generados por la microbiota intestinal pueden cubrir hasta un 30% de las necesidades de mantenimiento, aportando energía de liberación lenta que favorece la resistencia física durante el parto. De esta manera, se reduce el riesgo de hipoxia fetal y mortalidad perinatal, mejorando la vitalidad de las crías.

2. Ingesta de alimento en lactancia

Cerdas alimentadas con dietas de gestación altas en fibra tienden a consumir más alimento durante la lactancia. Esto se debe a una mejor sensibilidad a la insulina, un mayor tamaño del tracto digestivo y una adaptación metabólica que favorece la eficiencia alimentaria. Como resultado, las camadas presentan mayor peso al destete y las madres mantienen una mejor condición corporal, reduciendo el intervalo destete-celo y mejorando la productividad global del plantel.

Conclusión

La inclusión estratégica de fibra dietaria en la dieta de gestación —particularmente en la fase preparto— constituye una herramienta nutricional integral para optimizar la salud intestinal, la inmunidad y el rendimiento productivo de las cerdas. Un equilibrio adecuado entre fibra soluble e insoluble garantiza una fermentación intestinal eficiente, un tránsito digestivo saludable, una microbiota diversa y un calostro de alta calidad inmunológica. En conjunto, estos beneficios se traducen en partos más cortos, camadas más vigorosas y una mejor eficiencia reproductiva y productiva del sistema porcino.

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