Escúchanos en vivo ▶️ Radio Cadenanet

Postergación Del Acuerdo Entre El Mercosur y UE


La Unión Europea resolvió aplazar la firma del acuerdo de libre comercio con el Mercosur hasta enero próximo, una decisión que responde principalmente a la presión política ejercida por Francia e Italia durante la reciente cumbre de líderes europeos celebrada en Bruselas. 

Así lo confirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ante los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países miembros, reunidos entre el jueves y el viernes en la capital belga.

De acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por la agencia AFP, los países del Mercosur ya fueron formalmente “informados” de esta determinación. Las mismas fuentes indicaron que la votación en el Consejo de la Unión Europea y la posterior firma del acuerdo quedarían previstas para “principios de enero”, aunque sin una fecha concreta definida por el momento.

El principal motivo del aplazamiento es la necesidad de que entren en vigor nuevas salvaguardas destinadas a proteger a los productores europeos, especialmente del sector agrícola. Estas medidas, actualmente en proceso de aprobación definitiva entre el Consejo y el Parlamento Europeo, incluyen mecanismos de vigilancia de los mercados y la posibilidad de suspender temporalmente la importación de productos considerados sensibles si se detectan distorsiones significativas que afecten a los agricultores y ganaderos de la Unión Europea. Dado que estas salvaguardas no estarían operativas antes de enero, varios Estados miembros consideraron prematuro avanzar con la firma del tratado.

El acuerdo estaba previsto para ser rubricado este sábado durante la cumbre del Mercosur en Foz de Iguazú, Brasil, en un acto simbólico en el que el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva debía traspasar la presidencia pro témpore del bloque a su par de Paraguay, Santiago Peña. Sin embargo, el contexto político europeo terminó imponiéndose sobre el calendario diplomático.

De hecho, este fue uno de los temas centrales abordados en una conversación telefónica mantenida el jueves entre Lula da Silva y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Según relató el propio mandatario brasileño en una conferencia de prensa, Meloni le solicitó expresamente postergar la firma. “Meloni me dijo que, si tenemos paciencia de una semana, diez días o un mes, Italia estará con el acuerdo”, señaló Lula, confirmando así la voluntad italiana de no bloquear definitivamente el pacto, pero sí de ganar tiempo para analizarlo con mayor profundidad.

Las razones de la postergación

Francia e Italia fueron los principales países que se opusieron a votar el acuerdo esta semana. París mantiene desde hace tiempo una posición crítica, impulsada por la fuerte presión de su sector agrícola, que teme una competencia desleal por parte de productos sudamericanos con menores exigencias ambientales y sanitarias. Italia, por su parte, manifestó dudas de último momento y solicitó más tiempo para estudiar el contenido del acuerdo y evaluar medidas adicionales de protección para sus productores.

Ante este escenario, los Estados miembros de la UE descartaron avanzar con la votación en el corto plazo. La alternativa de postergar la decisión fue considerada aceptable por los países del Mercosur, a pesar de que Brasil —que ejerce actualmente la presidencia rotativa del bloque— había advertido en los últimos días que “no habrá más acuerdo” si no se concretaba la firma durante este fin de semana.

Cabe recordar que la precondición para que los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea viajaran a Brasil para la firma era contar previamente con el visto bueno de los gobiernos europeos mediante una mayoría cualificada: al menos el 55% de los Estados miembros que representen el 65% de la población total de la UE. Ese umbral se volvió prácticamente inalcanzable ante el rechazo frontal de Francia y las reservas planteadas por Italia.

Este nuevo plazo representa un revés político para la Comisión Europea y para países como Alemania, España y varias naciones nórdicas, que impulsaban una rápida ratificación del acuerdo y consideraban estratégico cerrar el tratado antes de fin de año.

Protestas y tensiones en Bruselas

La decisión europea se produjo en un contexto de fuerte tensión social. Durante la cumbre en Bruselas, se registró una masiva movilización de agricultores y manifestantes en contra del acuerdo con el Mercosur. Las protestas incluyeron el lanzamiento de bombas de humo, papas y pirotecnia, y derivaron en enfrentamientos con la policía, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.

El trasfondo económico del acuerdo

El tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur —integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— apunta a crear una de las mayores zonas de libre comercio del mundo. Con su entrada en vigor, las empresas europeas podrían aumentar significativamente sus exportaciones de vehículos, autopartes, maquinaria industrial y productos químicos hacia Sudamérica. A cambio, el acuerdo facilitaría el ingreso al mercado europeo de productos agrícolas como carne vacuna, arroz, miel y soja, que suelen ser más competitivos en precio debido a sus menores costos de producción y a normativas diferentes en materia ambiental y sanitaria.

Precisamente este último punto es el que genera mayor resistencia entre los agricultores europeos, que temen una pérdida de competitividad y reclaman garantías más firmes para evitar un impacto negativo en sus economías locales. La postergación de la firma busca, en este sentido, dar una señal política de cautela y abrir una ventana de negociación adicional para reforzar los mecanismos de protección interna antes de avanzar con un acuerdo considerado estratégico, pero altamente sensible.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente