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Investigaciones Comerciales Sobre Carne De Cerdo


La Secretaría de Economía (SE) del Gobierno de México dio un paso relevante en la defensa de la industria porcícola nacional al iniciar formalmente dos investigaciones comerciales independientes contra las importaciones de pierna y espaldilla de cerdo originarias de Estados Unidos

Una de las investigaciones se centra en posibles prácticas de dumping —es decir, la venta del producto por debajo de su valor normal en el mercado— y la otra analiza la existencia de subsidios gubernamentales que pudieran estar beneficiando de manera indebida a los productores estadounidenses.

La resolución correspondiente fue publicada esta semana en el Diario Oficial de la Federación (DOF), lo que activa formalmente los procedimientos administrativos previstos en la legislación mexicana en materia de comercio exterior. A partir de esta publicación, se abre un proceso técnico y legal cuyo objetivo es determinar si dichas importaciones se han realizado en condiciones desleales y si estas prácticas han provocado o amenazan con provocar un daño significativo a la rama de producción nacional.

Origen de las investigaciones

Las investigaciones derivan de solicitudes presentadas por diversas empresas productoras mexicanas del sector porcino, entre ellas Alimentos Kowi, Alimentos Soles, Comercializadora Porcícola Mexicana, Proteína Animal y Sonora Agropecuaria. Estas compañías argumentaron ante la SE que las importaciones estadounidenses de pierna y espaldilla de cerdo han ingresado al mercado mexicano a precios artificialmente bajos, lo que ha distorsionado la competencia y afectado la viabilidad económica de los productores nacionales.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, el análisis preliminar presentado por los solicitantes contenía elementos suficientes para presumir la existencia de márgenes de dumping y la posible aplicación de programas de apoyo o subsidios en Estados Unidos, factores que justificarían el inicio de ambas investigaciones.

Daño a la producción nacional

Según el estudio preliminar que dio sustento a la resolución, durante el periodo analizado los productores estadounidenses habrían comercializado estos cortes de carne de cerdo a precios considerablemente inferiores a los prevalecientes en el mercado mexicano. Esta situación, combinada con un alto volumen de importaciones, habría ejercido una presión significativa a la baja sobre los precios internos, reduciendo los ingresos y la rentabilidad de los productores nacionales.

El análisis económico también señala que, en varios años recientes, los márgenes de operación de la industria porcícola mexicana fueron negativos, lo que habría limitado su capacidad de inversión, modernización y crecimiento. Esta pérdida de competitividad se traduce en riesgos para el empleo, la producción local y la estabilidad de la cadena productiva del cerdo en México.

Un elemento adicional de preocupación es la alta dependencia del mercado mexicano respecto a Estados Unidos: más del 80% de las importaciones de carne de cerdo que llegan al país provienen de ese origen, lo que concentra la exposición de la industria nacional a eventuales prácticas desleales de comercio internacional.

Alcance y plazos del procedimiento

Las investigaciones abarcan las importaciones realizadas durante todo el año 2024, mientras que el análisis del daño económico y financiero a la producción nacional se extiende al periodo comprendido entre 2022 y 2024. La Secretaría de Economía también dejó claro que el procedimiento podría incluir mercancía de origen estadounidense que haya ingresado a México a través de terceros países, con el fin de evitar esquemas de triangulación.

Al tratarse de dos procedimientos paralelos —uno antidumping y otro antisubvenciones—, la autoridad evaluará de manera independiente la existencia de cada práctica y su impacto en la industria nacional. De confirmarse las irregularidades, la SE podría imponer cuotas compensatorias, aranceles adicionales u otras medidas correctivas permitidas por la normativa nacional y los acuerdos internacionales.

Las partes interesadas, tanto nacionales como extranjeras (productores, exportadores, importadores y gobiernos), contarán con plazos específicos para presentar pruebas, argumentos y defensas, participar en audiencias públicas y responder a los cuestionarios que emita la autoridad investigadora.

Reacciones del sector y perspectivas

Los productores porcinos mexicanos han recibido la decisión con optimismo, señalando que las investigaciones representan un intento por restablecer condiciones de competencia equitativas y frenar la pérdida de participación de mercado frente a importaciones a bajo costo. Desde su perspectiva, las posibles medidas permitirían fortalecer la producción nacional, proteger empleos y fomentar un desarrollo más sostenible del sector.

No obstante, analistas y actores de la cadena agroalimentaria advierten que el resultado final deberá encontrar un equilibrio delicado. México depende en gran medida de las importaciones de carne de cerdo para satisfacer la demanda interna, por lo que cualquier medida compensatoria deberá considerar su impacto en el abasto, los precios al consumidor y la inflación alimentaria.

Implicaciones comerciales

El desenlace de estas investigaciones, que podría conocerse en los próximos meses, tendrá implicaciones relevantes para la relación comercial entre México y Estados Unidos, especialmente en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Si bien el acuerdo permite la aplicación de medidas antidumping y antisubvenciones, estas decisiones suelen ser sensibles y pueden generar tensiones en un mercado altamente integrado.

En conjunto, el proceso iniciado por la Secretaría de Economía marca un momento clave para la industria porcícola mexicana, al poner sobre la mesa la necesidad de proteger la producción nacional sin comprometer la estabilidad del mercado ni las relaciones comerciales estratégicas del país.

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