
Los verdeos
pueden ser el vehículo para estabilizar muchas cadenas forrajeras, en tanto se
trabaje con las fechas de siembra adecuadas y se les brinde la tecnología
necesaria.
Constituyen
una ayuda clave para atenuar el bache forrajero invernal. Entre los verdeos, la
avena es la más elegida por los productores; hay alrededor de 2 millones de
hectáreas sembradas con esta especie y el 90% se utiliza como recurso
forrajero. Para el sur bonaerense en segundo lugar aparece el triticale y luego
el raigrás.
De
hecho las distintas especies de verdeos se complementan, lo cual es
interesante para estabilizar una cadena forrajera. Por caso, la avena tiene un
pico de producción en otoño y luego un descenso en la tasa de crecimiento. El
raigrás genera un pico productivo un poco más retrasado, y sostiene la tasa de
crecimiento hasta la primavera. "Tenemos que pensar los cultivos
forrajeros como hace un agricultor con el trigo, el maíz o la soja; la misma
dedicación y toda la tecnología posible", advierte Federico Moreyra,
asesor privado vinculado con el GEASO CREA.
Aprovechamiento
La fecha de
siembra tiene íntima relación con los momentos de
aprovechamiento. Para todos los verdeos de invierno, si se siembra
temprano, en febrero, se necesitarán entre 45 y 50 días para proceder al primer
pastoreo. Si atrasamos la fecha de siembra a marzo serán entre 57 y 62 días, y
en el caso de sembrar en abril hay que pensar en tres meses para poner la
hacienda. "Si contamos con pasturas, quizás no sea necesario un pico de
producción temprano; de lo contrario hay que saber que las siembras
tempranas nos van a dar pasto antes".
Por otro
lado, a medida que retrasamos la fecha de siembra se achica la
estación de crecimiento del verdeo y por lo tanto tendremos 20-35 % menos
forraje en el ciclo. "Si hablamos de un verdeo de invierno, que en total
nos podría dar 6000 kilos MS/ha, estaremos resignando 1200 a 2000 kg
simplemente por sembrar más tarde".
Hay que
considerar además que cebada y centeno emergen a los 6-7 días, el triticale a
los 8 días, y la avena se toma alrededor de 12 días, según las condiciones
climáticas y la dormición que pueda tener la semilla.
En el
sudoeste se puede adelantar la fecha de siembra desde principios de
febrero hasta el 20 de ese mes, con unas 200 pl/m2. Del 21 al 5 de marzo hay
que pensar en 230 plantas, y del 6 al 25 de marzo en 250 pl/m2. "A medida
que nos atrasamos, tenemos que compensar la tasa de macollaje sembrando más
individuos. Recuerde, es indispensable referirse a plantas por m2 cuando
hablamos de densidad de verdeos".
En la mitad
norte de la Región Pampeana las altas temperaturas perduran más en el tiempo y
es posible que tengamos que sembrar a partir del 25 de febrero para que los
verdeos no sufran en la implantación.
Certezas
La densidad
es muy importante y va a estar asociada a la calidad de la semilla. El problema
radica en que el mercado ilegal abarca el 80-90% de la semilla que se siembra a
nivel nacional. Por caso podemos tener una avena con un peso de 1000 semillas
de 23 g y otra de 35 g. Para obtener 250 plantas tendremos que sembrar 108 o 68
kilos, respectivamente.
"La
semilla fiscalizada nos da un conjunto de certezas. Por caso, saber qué
variedad sembramos, qué pureza tiene, y por supuesto la trazabilidad y el
potencial biológico de esa semilla. Errar en estos aspectos explica en gran
parte el porcentaje de fracasos en el momento de intentar lograr un buen verdeo
de invierno", advierte el profesional.
La
tecnología, siempre
Los
técnicos del GEASO están explorando el impacto de terápicos
curasemillas en la producción de la avena. En el cultivar Florencia INTA,
susceptible a pulgón y roya de la hoja, probaron un insecticida, un fungicida
foliar, un curasemilla común, un curasemilla premium, y tres bioestimulantes.
No hubo diferencias entre tratamientos para el coeficiente de logro.
Eso
sí, con cualquiera de las tecnologías analizadas obtuvieron 30-40 % más
forraje en un año. Entre 400 y 600 kg MS/ha extra solo por utilizar el
tratamiento de semilla. En este caso sí hubo diferencias significativas entre
tratamientos. Encontraron además que el impacto se prolonga al segundo
aprovechamiento. "Siempre hay respuesta a estas tecnologías, pero conviene
considerar el contexto al momento de elegir el tratamiento".
Fuente: JAT CREA