
El consultor y productor ganadero Víctor Tonelli anticipa una coyuntura de transformación estructural para la cadena de ganados y carnes, un cambio profundo que, según su visión, marcará el inicio de una nueva etapa para el sector agropecuario argentino.
En la antesala del 4° Congreso Federal Ganadero del Rosgan, que se celebrará el próximo 13 de noviembre en la Bolsa de Comercio de Rosario, Tonelli adelantó los ejes de su exposición, subrayando que la ganadería argentina enfrenta una oportunidad inédita impulsada por factores tanto locales como internacionales.
Para el analista, la actual etapa no responde a una simple mejora coyuntural, sino al comienzo de un nuevo ciclo estructural con fundamentos sólidos. “Es el inicio de una nueva era, no es una burbuja. Estamos entrando en un proceso de ganadería que probablemente no hemos visto en el pasado. Visualizo un panorama para el sector agropecuario en general, y ganadero en particular, para los próximos años francamente extraordinario”, afirmó Tonelli.
El especialista identifica dos pilares centrales sobre los que se apoya este nuevo escenario ganadero:
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El crecimiento de la demanda global proveniente de regiones y consumidores no tradicionales de carne vacuna, que están absorbiendo volúmenes muy superiores a los esperados.
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La revalorización de las proteínas animales entre los jóvenes, quienes durante años se inclinaron hacia el veganismo o dietas alternativas, pero hoy vuelven a incorporar carne en sus hábitos alimentarios, reconociendo su valor nutricional y cultural.
Ambos fenómenos, asegura Tonelli, están ejerciendo una presión sin precedentes sobre la oferta mundial de carne, generando una suba sostenida de precios internacionales. “Hace 14 meses que los precios mundiales suben mes tras mes, a un nivel que realmente no era esperado hace un año atrás”, explicó, destacando que el mercado global está atravesando una fase expansiva que ofrece a países productores como Argentina una ventana de competitividad única.
Sin embargo, advirtió que la falta de liquidez y crédito constituye hoy el principal freno para aprovechar plenamente esa oportunidad. “A la falta de liquidez se suma la ausencia de crédito productivo, indispensable para iniciar un proceso de retención, recría y crecimiento del stock. Se necesitan procesos más largos, más pastoriles, más kilos por animal y, por supuesto, más vientres en servicio para obtener más terneros”, señaló.
Pese a las limitaciones financieras, el consultor destacó el avance sostenido de la eficiencia productiva del rodeo argentino. “Cada vez tenemos más terneros por vaca en servicio. Esa relación viene creciendo de manera impecable hace ocho años, desde que entramos a China y se revalorizó la vaca de rechazo. Pasamos de una relación ternero/vaca del 63% al 69%, lo que representa un incremento muy grande en un período relativamente corto”, precisó Tonelli.
Para el analista, el potencial de expansión de la ganadería argentina permanece intacto, siempre que se consoliden condiciones macroeconómicas estables y previsibles. “La ganadería necesita previsibilidad. Después, el resto, el productor sabe cómo hacerlo”, enfatizó.
El contexto internacional también refuerza ese optimismo. El reciente anuncio de Estados Unidos de ampliar su cuota de importación de carne vacuna representa, según Tonelli, una oportunidad estratégica para reposicionar a la carne argentina en los mercados premium. “El mundo necesita carne. La demanda crece más rápido que la capacidad de producción global. Y Estados Unidos, que este año importará cerca de 2,5 millones de toneladas, abre una puerta clave para nosotros”, apuntó. Además, remarcó que existe un alineamiento político favorable entre ambos países, lo que podría traducirse en una cooperación comercial más fluida.
De cara al Congreso, Tonelli propondrá dos medidas esenciales para consolidar el despegue del sector:
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Una ley que garantice previsibilidad exportadora, que impida que futuras administraciones restrinjan o limiten las exportaciones de carne mediante decisiones discrecionales.
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La recuperación de un sistema de crédito productivo real, con tasas y plazos compatibles con los ciclos ganaderos.
“No hay país en el mundo que se desarrolle sin crédito. Solo en Argentina el productor debe vender activos para financiarse. Así es imposible crecer al ritmo del potencial que tenemos”, subrayó.
Finalmente, Tonelli proyecta un escenario alentador si se logra alinear la política pública con la dinámica del mercado: “Si logramos previsibilidad y crédito, la ganadería argentina puede dar un salto extraordinariamente alto. Tenemos fundamentos sólidos, un contexto internacional favorable y un sector productivo con experiencia y capacidad. El horizonte que se abre es, verdaderamente, extraordinario”.