
La avicultura brasileña ha logrado recuperar algunos de sus mercados internacionales tras el levantamiento de restricciones temporales impuestas por varios países debido a un brote de influenza aviar altamente patógena (HIAIP) en el municipio de Montenegro, en el estado de Rio Grande do Sul.
Países como Chile, Namibia, Macedonia del Norte y Arabia Saudita han reabierto sus mercados a la carne de aves brasileña, lo cual representa un avance significativo para Brasil, que es el mayor exportador mundial de este producto.
A pesar de estas reaperturas, el país aún enfrenta bloqueos de mercados clave, como Canadá, China, Malasia, Pakistán, Timor-Leste y la Unión Europea, que han mantenido restricciones totales. Otros, como Armenia, Bielorrusia y Rusia, han impuesto limitaciones parciales, mientras que algunos países aplican medidas de “regionalización”, permitiendo en algunos casos la importación de productos avícolas que provienen de áreas no afectadas por el brote de la enfermedad.
La situación actual muestra que, aunque Brasil consolida su posición en el comercio global de proteínas avícolas con estos mercados recientemente reabiertos, aún queda un camino por recorrer para normalizar completamente su acceso a todos los destinos estratégicos.
Las restricciones en lugares como China y la Unión Europea siguen representando un desafío importante para la industria avícola brasileña, afectando su cadena productiva y balanza comercial. La recuperación de mercados clave como Chile y Arabia Saudita brinda un alivio temporal, pero la presión sobre el sector continúa.