
El escenario empresarial argentino para los próximos 12 meses se caracteriza por una combinación de moderado crecimiento, inversión en modernización y una actitud de prudencia frente a la incertidumbre económica.
Según el International Business Report (IBR) Q2 2025 de Grant Thornton, el 74% de los empresarios del mercado medio en Argentina se declara optimista respecto al futuro de sus negocios, un dato que, aunque retrocede un punto respecto del trimestre anterior, se mantiene por encima de los promedios regional (66%) y global (71%). Esta cifra refleja un empresariado acostumbrado a desenvolverse en contextos complejos, con capacidad de adaptación y un enfoque estratégico que prioriza la estabilidad y la eficiencia.
Prioridades de inversión y crecimiento
Los planes de inversión de las compañías locales muestran una clara orientación hacia la digitalización, la modernización de plantas y maquinarias y la incorporación de iniciativas vinculadas a la sustentabilidad. Estos ejes se consolidan como motores de resiliencia, permitiendo a las empresas mejorar su competitividad en un entorno global donde la eficiencia tecnológica y el compromiso ambiental ganan relevancia. Aunque algunos indicadores de crecimiento se moderan respecto al primer trimestre del año, la firmeza en las inversiones estratégicas indica que las organizaciones no están dispuestas a detener sus planes de transformación.
En materia de ingresos, el 64% de los empresarios argentinos espera aumentos en el próximo año, un dato que, si bien está cinco puntos por debajo del 69% registrado en Q1, sigue mostrando dinamismo. En contraste, el optimismo regional en Sudamérica es aún mayor: el 78% proyecta incrementos en sus ventas, lo que revela un mercado regional con impulso expansivo, mientras que el promedio global se mantiene más estable en el 66%.
Factores que condicionan las decisiones
La inflación continúa siendo el principal condicionante de las decisiones corporativas, mencionada por el 50% de los ejecutivos, muy por encima de otros factores. El tipo de cambio, que históricamente ocupa un lugar relevante, retrocede hasta el 20%, lo mismo que el interés financiero, que alcanza un peso similar. En tanto, variables como los aumentos salariales (7%) y el margen de beneficio objetivo (4%) permanecen en posiciones secundarias, aunque siguen siendo parte de la ecuación de sostenibilidad a mediano plazo.
Este reordenamiento de prioridades refleja cómo las empresas buscan equilibrar estabilidad macroeconómica con decisiones de inversión prudentes, evaluando riesgos y oportunidades en un escenario de alta volatilidad.
Talento y capital humano
La gestión de talento emerge como un punto central de la agenda empresarial. El 49% de las compañías opta por programas de formación y capacitación como principal herramienta de atracción y retención, evidenciando la importancia de preparar a los equipos para entornos de cambio constante. Sin embargo, las políticas salariales muestran un tono cauteloso: solo el 16% de los empresarios está dispuesto a pagar por encima del promedio de mercado.
En cuanto a beneficios complementarios, se observa una tendencia divergente: los programas de salud y bienestar caen al 16% (-5 pp), mientras que las plataformas de beneficios adicionales alcanzan un 22%, creciendo 12 puntos porcentuales. Además, los incentivos monetarios por desempeño siguen siendo relevantes (47%), junto con opciones no financieras como licencias o días libres (16%). Este mix refleja un intento de las empresas de equilibrar la motivación de los colaboradores con limitaciones presupuestarias.
Empleo y perspectivas laborales
El empleo es uno de los rubros que presenta señales de moderación. Mientras que en Q1 un 47% de los empresarios preveía aumentar su plantilla, en Q2 la cifra desciende al 41%. Este ajuste, aunque leve, indica una mayor prudencia financiera y un interés por consolidar estructuras antes de avanzar con nuevas contrataciones. A nivel regional, sin embargo, las expectativas laborales son más robustas: el 67% de los empresarios sudamericanos planea ampliar su dotación en los próximos 12 meses. En el plano global, en cambio, se observa una baja al 53% (vs. 56% en Q1), lo que confirma que la cautela no es solo local, sino también internacional.
Comunicación corporativa y confianza
Frente a la volatilidad, las empresas argentinas ponen el acento en mensajes internos y externos que refuercen confianza y estabilidad. El 41% de los ejecutivos elige destacar el éxito comercial de la empresa como argumento principal, seguido de la solidez financiera (24%), mientras que el 18% confía en la experiencia de sus líderes como respaldo. Un 17% considera que la cohesión de los equipos y sus conocimientos diferenciadores son un factor clave para sostener la competitividad. Esta narrativa refleja una cultura organizacional resiliente, que se apoya tanto en resultados como en capital humano.
Perspectiva general
En conjunto, los datos del IBR muestran un escenario de cautela activa: las empresas argentinas no se repliegan, sino que ajustan sus estrategias para preservar la estabilidad, optimizar recursos y mantener planes de inversión. Aunque el crecimiento proyectado es más moderado que en trimestres anteriores, la confianza local se mantiene por encima de la media regional y global, lo que demuestra la capacidad del empresariado argentino para operar con agilidad en entornos inciertos.
La combinación de optimismo sostenido, foco en digitalización, inversiones en activos productivos y formación del talento dibuja un panorama en el que las compañías buscan no solo resistir la volatilidad, sino también sentar las bases de un desarrollo sostenido. En definitiva, la resiliencia empresarial argentina se confirma como un rasgo estructural, con un rumbo estratégico orientado a la transformación y la consolidación de ventajas competitivas en el mediano plazo.