El análisis del mercado de terneros en el primer semestre de 2025 revela un cambio significativo en las dinámicas del sector ganadero.
A pesar de la estacionalidad típica que suele presionar los precios a la baja debido a un aumento en la oferta, este año ha mostrado una ruptura de dicha tendencia gracias a varios factores.
En primer lugar, el clima favorable ha sido un elemento crucial. Con un otoño más benigno y condiciones óptimas que incluyen temperaturas moderadas y precipitaciones abundantes, la disponibilidad de pasto ha mejorado considerablemente. Esto ha fomentado la recría a campo y ha generado un aumento en la demanda por parte de los invernadores, quienes han visto en este escenario una oportunidad para invertir en ganado.
Los datos reflejan un incremento notable en los precios de los terneros. En abril, durante el mes con mayor oferta, el precio del ternero Rosgan superó los $3.600, marcando un aumento cercano a $1.000 en comparación con el mismo mes del año anterior. Este aumento se ha mantenido en junio, donde los precios alcanzaron los $3.709, un 15% más que a principios de año. Este comportamiento contrasta con la media de los últimos años, donde generalmente se observa una caída en los precios durante este mismo período.
Este año ha sido atípico en comparación con los últimos 15 años, donde solo en dos ocasiones los precios de los terneros mostraron un aumento real en el primer semestre. El incremento observado en 2020 se debió también a una fuerte demanda, similar a lo que se está viviendo actualmente.
El optimismo en el sector ganadero se alimenta de estos factores, ya que un aumento en los precios impulsado por la demanda, y no por restricciones en la oferta, proporciona una base más sólida para futuras proyecciones.
La estabilidad en la disponibilidad de forraje y el interés activo de los invernadores sugieren que la tendencia podría continuar, lo que apunta a un futuro prometedor para la ganadería, donde los precios podrían seguir en ascenso, independientemente de los cambios en la oferta.