El informativo de Greenpeace sobre la ganadería porcina industrial en España subraya la necesidad urgente de transformar este modelo de producción debido a sus devastadores impactos ambientales.
La organización ecologista insta a una reducción drástica en la producción de carne de cerdo y a la prohibición de nuevas macrogranjas. Destacan que, con una piara de más de 34,5 millones de animales, España es el mayor exportador mundial de carne de cerdo, pero las consecuencias de este crecimiento son alarmantes: la generación de 98.000 millones de litros de purines anuales contamina el agua y el suelo.
La dependencia de insumos importados y el modelo extractivista que predominan en las macrogranjas son responsables de la emisión de gases de efecto invernadero y de la pérdida de empleo rural digno. Greenpeace propone un cambio hacia la ganadería extensiva agroecológica, lo que podría reducir significativamente las emisiones de gases y la contaminación del agua, además de generar más empleo en el sector.
La situación en localidades como As Conchas, donde los residentes enfrentan la contaminación y el deterioro de su entorno, ha llevado a la comunidad a demandar justicia. Este hecho es importante en el contexto de un juicio inédito sobre la contaminación por la ganadería industrial, que podría sentar precedentes en Europa. A pesar de las advertencias y condenas de organismos europeos, el modelo de ganadería intensiva se ha intensificado, poniendo en riesgo la seguridad hídrica y climática de España.
Greenpeace concluye con un llamado a la acción para poner fin al modelo industrial actual, instando a que se respeten los límites del planeta y se proteja el medio ambiente y las comunidades rurales.