La medida reciente de la Administración General de Aduanas de China para aprobar 106 nuevas plantas procesadoras de carne porcina y avícola de Estados Unidos es un paso importante tras el fin del tratado de 'Fase 1'. Este acuerdo, implementado en 2020 para abordar las tensiones comerciales entre ambos países, no fue renovado, lo que llevó a una pérdida de elegibilidad para muchas plantas estadounidenses en cuanto a sus exportaciones a China.
La nueva aprobación incluye 83 instalaciones avícolas y 23 porcícolas, lo que permite a estas plantas reanudar sus exportaciones de carne a un mercado que representa una combinación significativa de oportunidades y desafíos para el sector agropecuario estadounidense. La reactivación de estos permisos es particularmente beneficiosa para el sector porcícola, que podría experimentar un incremento en sus ventas internacionales, contribuyendo a una mejora en las ganancias en un mercado volátil.
Sin embargo, es importante señalar que los registros para productos bovinos siguen vencidos, lo que limita la expansión de las exportaciones en ese segmento. Además, las tensiones aún persisten debido a los recientes aranceles del 15% impuestos por China a productos agropecuarios estadounidenses, una medida que fue una respuesta a las políticas del anterior gobierno de Estados Unidos. Esto indica que, aunque hay un avance en la apertura de ciertos mercados, las relaciones comerciales entre ambos países siguen siendo complejas y sujetas a cambios.