
La caída en la producción de yerba mate en Argentina durante el primer trimestre de 2025 es un reflejo claro de una serie de problemas estructurales y coyunturales que afectan a los productores de Misiones y Corrientes.
La falta de precios adecuados para cubrir los costos de cosecha, sumada a la eliminación del sistema de precios mínimos y la inestabilidad del liderazgo en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), está generando un entorno económico insostenible para los pequeños y medianos productores.
El descenso en el consumo interno, con una caída del 11% en 2024, refleja también un desafío a nivel de mercado que impacta directamente en la viabilidad del sector. Aunque las exportaciones lograron alcanzar cifras récord en 2024, la desaceleración observada a principios de 2025 podría ser un indicio de que la situación no está mejorando, afectando tanto la oferta como la demanda.
El panorama de protestas y la solicitud de intervención por parte de los gobiernos provinciales resaltan la urgencia de implementar soluciones que estabilicen los precios y restablezcan la confianza en el mercado. Si no se toman medidas para mejorar las condiciones económicas y fortalecer el sistema de regulación de la yerba mate, el futuro de esta industria, tan arraigada en la identidad cultural y económica de Argentina, se ve seriamente amenazado.