El informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y otros organismos internacionales, como la FAO, proyecta un panorama de reducción en la producción mundial de carne vacuna para 2025, especialmente en Brasil, la Unión Europea y Estados Unidos.
Aunque Brasil y la UE verán caídas moderadas, el caso más destacado es el de Estados Unidos, cuya producción disminuirá en un 4%. Esto se debe a la escasez de ganado y afectará las exportaciones, que caerán un 12%, mientras que las importaciones aumentarán a niveles récord, superando las 2 millones de toneladas.
Este escenario de oferta restringida, sumado a la creciente demanda de importaciones de EE. UU., podría generar oportunidades importantes para países exportadores como Argentina, que también se enfrenta a desafíos en su capacidad de producción. Si bien se proyecta un crecimiento del 2,5% anual para la producción argentina hasta 2025, el potencial de exportación estará limitado a un aumento del 5%, con exportaciones estimadas en 860 mil toneladas para ese año.
La situación global de menor producción, junto con la alta demanda, parece apuntar a un ciclo de precios al alza, como ya ha comenzado a mostrar el índice de precios de la carne de la FAO, que ha registrado una recuperación del 10% en lo que va del año. A largo plazo, se espera que este equilibrio entre oferta y demanda impulse aún más los precios del mercado.