
Las recientes lluvias han sido beneficiosas para la siembra de girasol en Argentina, permitiendo un avance significativo en las tareas de campo.
De acuerdo con el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra ha cubierto ya el 46,1% de las 1.950.000 hectáreas proyectadas. Además, la mejora en la disponibilidad de agua ha resultado en un aumento de la calidad del cultivo, con un 91% de los lotes clasificados en condiciones normales o excelentes.
Este impacto positivo es especialmente visible en las regiones del norte del país, donde se ha logrado una recuperación considerable de los cultivos ya implantados. A su vez, en las áreas del centro y sur de la zona agrícola, se observan emergencias homogéneas, lo que augura un buen desarrollo para los lotes sembrados.