En junio, los plazos fijos, que históricamente fueron un refugio para los ahorristas de la clase media argentina, sufrieron un derrumbe histórico. El stock de plazos fijos cayó a mínimos históricos, niveles que no se veían en más de 20 años.
Esto se debe al desplome de las tasas de interés implementado por el programa
económico del Gobierno de Javier Milei. Los depósitos privados en pesos disminuyeron
un 35,7% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Según un
informe de la consultora LCG, el stock de plazos fijos está en mínimos históricos,
similar a principios de 2003, siendo menos de la mitad de lo que era hace un
año. Además, el tiempo promedio de
colocación continuó reduciéndose, llegando a 51 días, un día menos que en mayo.
A pesar de
esta caída, los depósitos a la vista (caja de ahorro y cuenta corriente)
mantuvieron una tendencia de crecimiento, aunque a un ritmo más lento que en
mayo. Sin embargo, los plazos fijos muestran la peor caída interanual (51,7%
real). La baja tasa de interés, la inflación y las expectativas de subida del
dólar paralelo han afectado su atractivo. Además, los depósitos a la vista
remunerados, principalmente por Fondos Comunes de Inversión (FCI), también han
perdido atractivo debido a su baja tasa de rendimiento.
En resumen,
la incertidumbre económica y las señales de la política monetaria seguirán
afectando la intermediación bancaria en lo que resta de 2024. Aunque los
préstamos con garantía real han mostrado un crecimiento, se espera que la
expansión del crédito sea limitada durante el año