Este anuncio del Ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la implementación de medidas para beneficiar al sector agropecuario es de gran relevancia en el contexto actual de la economía argentina, especialmente para los productores de trigo y otros cultivos.
La reducción de los aranceles de los herbicidas a base de Atrazina, Glifosato y 2-4-D es una medida que busca facilitar el acceso a estos insumos fundamentales para la producción agrícola, al igualar los aranceles con los del Arancel Común del Mercosur. Esta acción podría contribuir a disminuir los costos de producción y mejorar la rentabilidad para los agricultores.
Además, la agilización de las aprobaciones de permisos por parte del Senasa es un paso importante para reducir la burocracia y facilitar los procesos necesarios para la producción agropecuaria.
Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de estas medidas, aún persisten desafíos significativos para el sector, especialmente en la campaña de trigo. Los altos costos de insumos, como consecuencia del Impuesto País y la disminución de los precios internacionales, continúan afectando la rentabilidad de los productores.
La solicitud de reducción de retenciones para el trigo y el maíz, así como la eliminación del Impuesto País y la unificación cambiaria, reflejan las preocupaciones del sector agropecuario respecto a la carga impositiva y las políticas cambiarias vigentes.
El escenario adverso podría tener repercusiones en la cantidad de hectáreas sembradas y en la tecnología que los productores puedan aplicar, lo que a su vez afectaría el rendimiento futuro de los cultivos y las cantidades producidas y exportadas en el próximo año. Es crucial que el gobierno continúe dialogando con el sector agropecuario para implementar medidas que promuevan su desarrollo sostenible y mejoren su competitividad en el mercado internacional.