En el ámbito de la producción lechera, la reproducción eficiente es fundamental para mantener un rebaño en óptimas condiciones y maximizar la producción de leche.
Los especialistas estadounidenses, como Paul Fricke, enfatizan la importancia de dos aspectos clave: un buen programa de fertilidad y lo que Fricke denomina "el ciclo de alta fertilidad".
El primer punto destacado es la necesidad de preñar rápidamente y de manera eficiente para mantener a las vacas en una condición corporal óptima, evitando el exceso de peso al momento del secado.
Esto asegura que las vacas se mantengan en la fase más productiva de su curva de lactancia, lo que resulta en una mayor producción de leche y un menor riesgo de engordar al final de la lactancia. Mantener una condición corporal de alrededor de 3 o 2.75 durante el secado y el preparto ayuda a conservar el estado posparto durante toda la lactancia.
Para lograr altas tasas de preñez a la primera inseminación, los productores estadounidenses emplean el protocolo de sincronización para inseminar a tiempo fijo conocido como Doble Ovsynch. Este protocolo, desarrollado para superar las limitaciones del presincronización convencional, ha demostrado producir mejores tasas de concepción en la primera inseminación en comparación con otros métodos.
El Doble Ovsynch consiste en reemplazar el Presynch por un Ovsynch inicial, seguido de otro Ovsynch a los 7 días. Se ha observado que las vacas tratadas con este protocolo alcanzan tasas de concepción más altas, lo que lo convierte en una herramienta muy utilizada en Estados Unidos.
El segundo aspecto crucial destacado por Fricke es el ciclo de alta fertilidad, que se refiere a mantener o mejorar la condición corporal posparto en las vacas. Se ha demostrado que las tasas de concepción más altas en el primer servicio se logran en vacas que ganan peso posparto.
Por lo tanto, es fundamental monitorear de cerca la condición corporal del rebaño, ya que una pérdida de peso debido a un balance energético negativo puede reducir significativamente el éxito de la inseminación. Con protocolos como el Doble Ovsynch, se pueden lograr altas tasas de preñez, incluso hasta el 90% de los animales, entre los 76 y los 176 días en lactancia.
Esto demuestra la efectividad de estos enfoques para optimizar la reproducción en la producción lechera.