
La reciente certificación de la primera exportación de nuez pecán argentina a China marca un hito significativo para la producción nacional de frutos secos y abre una nueva etapa en la inserción internacional del sector.
Este logro es el resultado de un proceso técnico y sanitario riguroso, impulsado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que verificó el cumplimiento de todas las exigencias fitosanitarias establecidas por la Administración General de Aduanas de China (GACC).
El envío inicial, compuesto por 20 toneladas de nuez pecán variedad Pawnee, partió desde Entre Ríos hacia el puerto de Ningbo, uno de los nodos logísticos más importantes de Asia para el ingreso de alimentos. La elección de esta variedad no es casual: la Pawnee es reconocida por su tamaño, sabor y buena aptitud de conservación, cualidades altamente valoradas en mercados exigentes como el chino.
Un proceso de habilitación clave
La apertura del mercado chino para la nuez pecán argentina se concretó en marzo de este año, tras un acuerdo bilateral en materia sanitaria. Desde entonces, el Senasa es el organismo responsable de garantizar que cada lote exportado cumpla con estrictas normas de sanidad vegetal, que abarcan desde el manejo en campo y la cosecha hasta el procesamiento, empaque y transporte.
Para ello, inspectores del Centro Regional Entre Ríos realizaron una verificación detallada del establecimiento exportador, controlando ausencia de plagas cuarentenarias, correcta limpieza y selección del fruto, y trazabilidad del producto. China, uno de los mayores consumidores de frutos secos del mundo, demanda estándares rigurosos que buscan evitar el ingreso de plagas y enfermedades.
El liderazgo de Entre Ríos y la expansión del cultivo
Argentina produce entre 10 y 12 variedades de nuez pecán, pero Entre Ríos es claramente el epicentro de la actividad: concentra alrededor del 60% de las hectáreas implantadas y genera la mitad del volumen nacional. Le siguen provincias como Santa Fe, Buenos Aires, Tucumán, Catamarca, Salta y Misiones, donde se ha observado un crecimiento sostenido del cultivo impulsado por su buena adaptación y rentabilidad.
El país tiene una ventaja estratégica: al ubicarse en el Hemisferio Sur, ofrece nuez pecán de contraestación respecto de los grandes compradores del Norte. La cosecha argentina comienza en abril, con picos entre junio y julio, lo que permite abastecer al mercado global en momentos de menor oferta internacional.
Un sector orientado al mundo
Aproximadamente el 90% de la producción nacional se destina a la exportación. El restante 10% abastece al mercado interno, donde el consumo viene creciendo, especialmente en industrias panificadoras, chocolateras y de confituras, además de su uso creciente en gastronomía gourmet.
En lo que va de 2025, Senasa ya registró 920 toneladas exportadas, con destinos variados como Lituania, Brasil, Rusia, Turquía, Egipto, Arabia Saudita, España y Perú. La incorporación de China —considerado el principal mercado global de pecán con cáscara— agrega una oportunidad comercial de magnitud, capaz de impulsar nuevas inversiones, ampliar la capacidad productiva y fortalecer la presencia argentina en un segmento altamente competitivo.
Una proyección alentadora
La apertura del mercado chino no solo favorece a los productores y exportadores, sino que también estimula el desarrollo de viveros, plantas de procesamiento, logística y servicios asociados. Con rendimientos crecientes por hectárea, una demanda internacional en expansión y un manejo sustentable que distingue al cultivo, la nuez pecán se consolida como uno de los productos de exportación con mayor potencial dentro de la agroindustria argentina.
Este primer envío es un paso fundamental hacia la consolidación de un flujo comercial estable con China y hacia la diversificación de los mercados para un producto que combina calidad, trazabilidad y una identidad productiva cada vez más reconocida a nivel global.