
La posibilidad de posicionar a la carne argentina como “libre de deforestación” en el mercado internacional representa tanto una oportunidad estratégica como un desafío complejo para el sector ganadero.
En un contexto donde la sostenibilidad y la trazabilidad ambiental se han convertido en requisitos ineludibles para acceder a los principales mercados globales, Argentina se encuentra en un momento clave para capitalizar su sistema productivo y tecnológico.
Contexto y relevancia del desafío
La Unión Europea (UE) aprobó el Reglamento 1115/2023, que restringe la importación de productos agropecuarios —entre ellos, carne vacuna— provenientes de zonas deforestadas o degradadas. Aunque su aplicación efectiva fue postergada hasta diciembre de 2026, esta norma marca un antes y un después en el comercio internacional, estableciendo que los importadores europeos serán responsables de garantizar que los productos cumplan con los estándares ambientales. En consecuencia, los países exportadores, como Argentina, deben demostrar de manera verificable que su producción es sustentable y cumple con los criterios de no deforestación.
Acciones implementadas por Argentina
Frente a esta coyuntura, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), junto al Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), ha tomado medidas proactivas. Según explicó Adrián Bifaretti (IPCVA), la estrategia nacional se apoya en estudios científicos y herramientas tecnológicas que permiten demostrar la sustentabilidad del sistema ganadero argentino.
Uno de los pilares de este enfoque es el análisis de riesgo de deforestación realizado junto al CONICET, cuyos resultados mostraron que cerca del 90% del territorio nacional no presenta riesgo de deforestación. A ello se suma el Análisis del Ciclo de Vida de la Carne Vacuna Argentina, desarrollado con el INTI y el INTA, que evalúa la huella ambiental de la producción, incluyendo emisiones de gases, consumo de agua y uso del suelo.
Otro avance crucial es la incorporación de Argentina a la plataforma Visec Carne, una herramienta digital que integra información de diversas fuentes —como los registros del RENSPA, los Documentos de Tránsito Electrónico (DTE) y el Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIPSA)— para garantizar la trazabilidad sanitaria y ambiental del ganado. Esta plataforma permite seguir el recorrido de los animales desde el establecimiento de origen hasta la faena, verificando que no provengan de zonas afectadas por la deforestación.
Resultados y validación internacional
En una reciente prueba piloto realizada en Alemania, las autoridades europeas pudieron comprobar la eficacia del sistema de trazabilidad argentino a través de la plataforma Visec Carne. Gerardo Leotta, del Consorcio ABC, destacó que los resultados fueron altamente positivos y que la autoridad de aplicación europea manifestó su conformidad con los mecanismos de control implementados. “Esto es lo que queríamos ver de ustedes”, fue la respuesta de los evaluadores, confirmando que Argentina está en condiciones de ofrecer garantías de cumplimiento.
Oportunidades para el sector
El cumplimiento de los estándares de libre deforestación abre una ventana de oportunidades para la carne argentina. La UE representa uno de los mercados más exigentes y mejor remunerados del mundo: del total exportado por Argentina, el 8,2% tiene como destino ese bloque, con productos premium como la cuota Hilton, la cuota 481 y exportaciones fuera de cuota. La capacidad de demostrar sustentabilidad ambiental no solo permitirá mantener ese acceso, sino también mejorar la imagen del país como proveedor responsable y competitivo.
Asimismo, el desarrollo de sistemas de trazabilidad ambiental fortalece la transparencia del sector, mejora la confianza de los consumidores y posiciona a la carne argentina en la vanguardia de la producción ganadera sostenible. En un contexto global donde los consumidores demandan cada vez más alimentos con certificaciones ambientales, esta diferenciación puede traducirse en mayores ingresos, nuevas alianzas comerciales y acceso a nichos de mercado de alto valor.
Retos pendientes
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. La implementación plena de la trazabilidad ambiental requiere la capacitación de productores, la integración de datos entre organismos públicos y privados, y una infraestructura tecnológica robusta. Además, es necesario coordinar esfuerzos entre las provincias y el Estado nacional para asegurar una cobertura territorial completa y homogénea.
Otro desafío importante será la trazabilidad de los insumos utilizados, especialmente la soja en la alimentación animal, que también deberá provenir de zonas no deforestadas. La plataforma Visec Carne exigirá a los productores una declaración jurada en la que se detalle la procedencia de los alimentos del ganado, y en caso de utilizar soja, será necesario presentar un certificado de libre deforestación.
Conclusión
Argentina se encuentra en una posición ventajosa: posee una ganadería mayoritariamente pastoril, con baja incidencia en áreas de deforestación, y cuenta con instituciones científicas y tecnológicas de alto nivel. La clave está en consolidar la trazabilidad, certificar la sustentabilidad y comunicar eficazmente estos logros a los mercados internacionales.
Convertir la carne argentina en sinónimo de “producción sustentable y libre de deforestación” no solo permitirá cumplir con la normativa europea, sino también consolidar una marca país asociada a la calidad, la transparencia y el respeto ambiental, fortaleciendo el futuro de toda la cadena cárnica nacional.