El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó la detección del virus de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5 en gallinas de traspatio en la localidad bonaerense de San Andrés de Giles.
A pesar del hallazgo, el organismo aclaró que la situación no afecta el estatus sanitario internacional de Argentina, que continúa reconocida como país libre de influenza aviar de alta patogenicidad ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
El diagnóstico fue confirmado por el Laboratorio Nacional del Senasa, ubicado en Martínez, provincia de Buenos Aires, luego del análisis de muestras enviadas desde un establecimiento familiar donde se registró una alta mortalidad de aves en un corto período de tiempo. Las gallinas presentaban síntomas clínicos compatibles con la enfermedad, entre ellos crestas y barbillas cianóticas, postración, y un aumento súbito de la mortalidad en menos de 48 horas.
Una vez confirmado el caso, equipos técnicos del Senasa se trasladaron al lugar para aplicar el protocolo sanitario correspondiente, que incluye el sacrificio preventivo y enterramiento de las aves afectadas, junto con tareas exhaustivas de limpieza, desinfección y eliminación de materiales potencialmente contaminados. Además, se dispuso la interdicción inmediata del predio y la delimitación de una zona de control sanitario donde se realizan acciones de vigilancia epidemiológica para descartar la presencia del virus en otros establecimientos del área.
Desde el organismo señalaron que, al tratarse de un foco en aves de traspatio —es decir, de producción no comercial ni industrial—, el episodio no altera el estatus sanitario del país. Argentina recuperó recientemente su condición de libre de influenza aviar de alta patogenicidad, luego de haber registrado varios focos durante 2023, lo que demuestra la eficacia de los sistemas de vigilancia y respuesta sanitaria implementados.
El Senasa ya notificó oficialmente el caso a la OMSA, cumpliendo con los protocolos internacionales de transparencia sanitaria. En paralelo, se reforzaron las medidas de comunicación y concientización hacia productores avícolas y criadores de aves domésticas, tanto a nivel comercial como familiar, para prevenir nuevos brotes.
Entre las recomendaciones principales, el organismo instó a mantener a las aves en espacios cerrados o protegidos del contacto con aves silvestres, utilizar ropa y calzado exclusivo para el manejo de los animales, limpiar y desinfectar regularmente las instalaciones, y evitar compartir equipos, utensilios o vehículos entre diferentes establecimientos. También se pidió restringir el acceso de las aves a fuentes naturales de agua o alimento donde puedan tener contacto con fauna silvestre.
El Senasa recordó que la detección temprana de síntomas sospechosos es fundamental para evitar la diseminación del virus. Los signos clínicos asociados a la influenza aviar incluyen alteraciones nerviosas, digestivas, respiratorias, decaimiento, baja en la postura y muerte repentina. Ante cualquier sospecha o mortalidad inusual, los productores y propietarios deben reportarlo de inmediato al Senasa a través de sus canales oficiales, como la app “Senasa Notificaciones”, el correo notificaciones@senasa.gob.ar o la línea gratuita 0800-999-2386.
Finalmente, el organismo destacó que la influenza aviar no se transmite por el consumo de carne o huevos debidamente cocidos, por lo que no existe riesgo para la salud humana a través de alimentos. Sin embargo, la prevención y el cumplimiento estricto de las normas de bioseguridad son esenciales para proteger la producción avícola nacional y preservar el estatus sanitario internacional del país.