
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó en su Panorama Agrícola Semanal que la siembra de maíz con destino a grano ya cubre el 33,8 % de las 7.800.000 hectáreas proyectadas para la campaña en curso.
Este avance se da en un contexto climático muy heterogéneo, que condiciona el desarrollo inicial de los cultivos según cada región.
En el Núcleo Norte y en el Centro-Norte de Córdoba, las labores de implantación se dan por finalizadas. Sin embargo, a pesar del buen ritmo logrado hasta ahora, comienza a manifestarse una creciente necesidad de precipitaciones. En estas áreas se observa que alrededor del 25 % de los cuadros presenta una condición hídrica entre regular y seca, lo que podría comprometer el crecimiento temprano del maíz en caso de que la falta de agua se prolongue. Los especialistas destacan que estas zonas suelen requerir aportes de humedad sostenidos para garantizar un buen establecimiento y el desarrollo de las plantas en las próximas fases fenológicas.
En contrapartida, otras regiones atraviesan una situación opuesta. En áreas del Centro y Oeste de Buenos Aires, recientemente afectadas por excesos hídricos, se estima que cerca del 20 % de la superficie sembrada registra niveles de humedad superiores a los óptimos. Este exceso de agua puede generar problemas como anegamientos temporales, dificultades para completar labores complementarias y mayor riesgo sanitario, especialmente enfermedades asociadas a suelos saturados.
La campaña se encuentra así en un momento clave, donde la distribución de las lluvias será determinante para asegurar buenos niveles de implantación, y al mismo tiempo evitar pérdidas en zonas con suelos saturados. Las próximas semanas serán fundamentales para definir el estado inicial del cultivo en el país, con la mirada puesta en una ventana climática que deberá equilibrar déficit y excesos para sostener la proyección productiva.