Tras semanas de conflicto e incertidumbre, Lácteos Verónica retomará el próximo lunes la actividad en sus plantas de Totoras, Lehmann y Suardi, en la provincia de Santa Fe. La medida se alcanzó luego de un acuerdo con los 540 trabajadores en la sede del Ministerio de Trabajo provincial.
El convenio establece que los empleados recibirán pagos semanales como mecanismo para reducir la deuda salarial, que en algunos casos llega a entre 5 y 6 millones de pesos por trabajador. La compañía aún debe los sueldos de julio y agosto, el aguinaldo de junio y no definió el pago de septiembre.
Según informó el ministro de Trabajo santafesino, Roald Báscolo, la empresa operará bajo un sistema de fasón, procesando leche para terceros:
“Se retoma la producción con mercadería de terceros hasta superar la coyuntura”, explicó el funcionario.
En la planta de Lehmann ya se venían realizando tareas de secado de leche para firmas como Saputo y Punta del Agua, procesando hasta 700.000 litros los fines de semana. Ahora, este esquema se extenderá a las demás plantas para asegurar continuidad operativa.
La crisis de Lácteos Verónica trasciende lo laboral: según la Central de Deudores del Banco Central (BCRA), acumula 3.244 cheques rechazados por más de $11.247 millones. Además, la empresa solicitó un procedimiento preventivo de crisis que aún no fue otorgado y había evaluado despidos, lo que motivó fuertes críticas del gremio lechero Atilra.
En el mercado circulan versiones sobre un posible interés de la francesa Savencia, uno de los gigantes lácteos globales, en adquirir la firma. Si bien hubo contactos preliminares, no se confirmaron negociaciones formales.
La reactivación representa un alivio momentáneo para los trabajadores y la cadena láctea regional, aunque persisten dudas sobre la capacidad de la compañía para recomponer su situación financiera sin ser absorbida por un jugador internacional.