
La situación del sector lácteo en la Cuenca Oeste, según Caprolecoba, presenta un panorama mixto en este momento. A pesar de un invierno relativamente favorable para la producción de leche, con temperaturas moderadas y buena disponibilidad de forraje, hay preocupaciones significativas en torno a la relación entre precios y costos.
Los gastos de alimentación y mantenimiento de los tambos están aumentando a un ritmo más rápido que el precio que reciben los productores por litro de leche, lo que está generando una presión económica sobre el sector.
El informe destaca que, aunque el consumo interno de leche se mantiene, no muestra un dinamismo que permita a los precios mejorar. Durante agosto, el mercado se mantuvo estable, aunque sin señales de recuperación. Esto es preocupante en un contexto donde se espera que la producción alcance su máximo estacional en la primavera, multiplicando el riesgo de sobreoferta en el mercado interno.
Por otro lado, la mejora en las exportaciones podría ser un salvavidas para los productores, ayudando a sostener los precios justo cuando más se necesita. Sin embargo, el factor climático está complicando aún más la situación. Las intensas lluvias han beneficiado a los cultivos de primavera, pero han causado inundaciones en zonas clave, afectando a alrededor de 700.000 hectáreas en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires, lo que impacta negativamente en la operatividad de los tambos y la logística, agravado por el mal estado de los caminos rurales.
Mirando hacia el futuro, Caprolecoba menciona que el pronóstico meteorológico es incierto; se anticipan temperaturas levemente superiores a lo normal, pero no hay claridad sobre las precipitaciones, lo que añade más incertidumbre al sector lácteo en los próximos meses. En resumen, a pesar de las oportunidades en el mercado externo, la producción enfrenta importantes desafíos internos que deben ser abordados para evitar una crisis en el sector.