
El uso de pellets de madera representa una excelente oportunidad para Argentina en su búsqueda de un desarrollo energético sostenible y competitivo.
Este biocombustible, producido a partir de residuos de la industria maderera, no solo es una alternativa ecológica, sino que permite a diversas industrias reducir costos energéticos y disminuir la dependencia de combustibles fósiles.
El país cuenta con un vasto patrimonio forestal que, si se gestiona adecuadamente, puede contribuir significativamente a la mitigación del cambio climático y a la promoción de bienes renovables. La biomasa forestal, que incluye residuos como ramas, cortezas y aserrín, se puede transformar en energía térmica a través de pellets, ofreciendo una solución sostenible que se ha consolidado en mercados globales como el europeo y japonés.
Aunque el uso de pellets en Argentina es aún incipiente, ya se han realizado inversiones que aseguran el desarrollo de esta industria. La producción de pellets a partir de residuos forestales no solo promueve un ciclo de economía circular al aprovechar subproductos que de otro modo se desecharían, sino que también contribuye a la creación de empleo en áreas rurales.
Algunas de las ventajas clave del uso de pellets de madera incluyen.
Sostenibilidad y aprovechamiento de residuos: Fomenta la economía circular y reduce los desperdicios.
Fuente de energía renovable: Al quemarse, liberan CO2 en un ciclo de carbono relativamente neutro.
Reducción de emisiones: Disminuye significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Eficiencia energética: Su combustión es más limpia y genera más calor con menos residuos.
Desarrollo rural y empleo: Genera oportunidades laborales en recolección, procesamiento y distribución.
Reducción de riesgos de incendios: Limpiar residuos forestales reduce la acumulación de material combustible y, por ende, el riesgo de incendios.
La Subsecretaría de Producción Agropecuaria y Forestal está llevando a cabo iniciativas para informar a los sectores productivos sobre las ventajas de la energía a partir de pellets, ayudando a impulsar su adopción. Esto no solo beneficiará al sector energético, sino que puede ser un motor para el desarrollo económico rural y la sostenibilidad ambiental en Argentina.