
Entre marzo de 2024 y marzo de 2025, se observó una mejora notable en el poder de compra de los consumidores en relación con productos básicos de la canasta alimentaria, como el aceite de girasol, la yerba mate, la leche, el asado, el huevo y el pan.
Este cambio fue analizado en el informe mensual de la confederación CONINAGRO, titulado “Del Sueldo al Plato: ¿Cuánto rinde el salario?”, que se centra en la evolución del poder adquisitivo basado en el índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), proporcionado por el Ministerio de Capital Humano.
El último informe indicado mostró que los salarios han aumentado un 93% interanual, un incremento que ha superado significativamente la inflación del 56% en el mismo período. Esta diferencia ha conducido a una recuperación del salario real, especialmente después de un mínimo histórico registrado en marzo de 2024.
Sin embargo, esta recuperación del poder adquisitivo para los consumidores ha generado desafíos para los productores de ciertos productos alimenticios. A pesar de que el salario real se ha fortalecido, el rezago en el precio de los alimentos ha afectado negativamente la rentabilidad de los productores. Este impacto es particularmente evidente en productos como la yerba mate, donde los costos de producción han aumentado más que los precios de venta, comprometiendo la viabilidad financiera de los productores.
La situación es preocupante en varias economías regionales, donde se han presentado caídas significativas en el valor real de otros productos agrícolas. Por ejemplo, en el último año, el precio de la cebolla cayó un 51,6%, el de la naranja un 48,5%, el del arroz un 48,1%, el azúcar un 35,6% y la harina un 30,1%. Esta tendencia refleja el desafío que enfrentan los productores ante un contexto de incrementos de costos que no se ven reflejados en los precios finales al consumidor.