La situación agrícola en la región analizada por la BCP presenta un panorama mixto, marcado por las condiciones climáticas y los rendimientos de los cultivos de gruesa y fina.
Maíz: Con un avance de recolección del 20%, los rendimientos del maíz varían considerablemente. En aquellas áreas donde la sequía y las altas temperaturas han impactado negativamente, los rendimientos están por debajo de los niveles históricos.
Sin embargo, en regiones con una reserva hídrica adecuada, los resultados son más positivos, alcanzando promedios o incluso superiores a lo habitual. Las siembras tardías, en particular, están en madurez fisiológica y esperan condiciones óptimas de humedad para su cosecha, lo que podría traducirse en buenas expectativas a la hora de la recolección, dado que pasaron su etapa reproductiva en condiciones favorables.
Soja: La cosecha de soja avanza de manera significativa, con un 75% del área cultivada ya cosechada y un rendimiento promedio de 3.100 kg/ha. A pesar de que en enero algunos lotes mostraron signos de estrés hídrico y térmico, las lluvias de febrero y marzo ayudaron a mejorar la situación del cultivo. Esto ha permitido que los rendimientos se mantengan en niveles promedios o superiores a los históricos de la región, tanto en los cultivos de primera como en los de segunda siembra.
En resumen, mientras que el maíz enfrenta desafíos en ciertas áreas debido a condiciones climáticas adversas, la soja parece recuperarse bien gracias a las lluvias recientes, lo que se traduce en expectativas positivas para la próxima temporada de cosecha.