La huelga en Rosario ha generado tensiones significativas entre los trabajadores y los empresarios del sector agroexportador.
Los trabajadores, representados por la Federación de Trabajadores Aceiteros y Desmotadores de Algodón, han iniciado una huelga indefinida en protesta por lo que consideran una insuficiente respuesta a la inflación y el costo de vida. La Federación exige mejoras salariales adicionales para compensar la devaluación y el aumento de los precios de los alimentos.
Por otro lado, Ciara-CEC, que representa a los empresarios, sostiene que ya se ha otorgado un aumento del 77% (en línea con la inflación del año) y propone un incremento adicional del 10% seguido de otro 5% en los próximos meses. Según Ciara-CEC, esto debería proteger el poder adquisitivo de los trabajadores.
La entidad empresarial también subraya que el año pasado fue particularmente difícil para el sector, pero se comprometieron a no despedir a ningún trabajador, a pesar de los desafíos económicos. Además, critican que las demandas sindicales actuales incluyen cuestiones que consideran ajenas a la realidad económica de la industria, como el impacto del impuesto a las Ganancias.
La solicitud de Ciara-CEC a los sindicalistas es que levanten la huelga y regresen a la mesa de negociaciones para resolver el conflicto sin afectar más a la industria y a los trabajadores que ya están sufriendo las consecuencias económicas.