
El debate sobre si es mejor suministrar granos de cereal enteros o partidos/molidos en la alimentación del rodeo vacuno es una cuestión técnica relevante en la producción ganadera, tanto para el ganado de carne como para el ganado lechero.
Mientras que algunos argumentan que no hay diferencias significativas, otros,
como Aníbal Fernández Mayer, director Ejecutivo de la Consultora Internacional
de Producción y Nutrición de Bovinos, sostienen que existen diferencias
metabólicas y productivas significativas.
Según Fernández Mayer, hay varias consideraciones a
tener en cuenta:
Diferencias
en la masticación:
Los animales jóvenes, especialmente por debajo de los 250 kilos, tienden a
masticar más y tienen una mayor probabilidad de masticar granos enteros. Esto
significa que los granos enteros pueden ser más aprovechados en animales
jóvenes.
Tamaño
del orificio retículo-ruminal: El tamaño del orificio retículo-ruminal en los terneros es similar al
de un grano de maíz chato grande, lo que facilita la masticación y digestión de
granos enteros de maíz en animales jóvenes.
Tasa de
pasaje en el tracto digestivo: Los granos de sorgo, cebada, avena o trigo, debido a su tamaño más
pequeño, tienen una alta tasa de pasaje por el orificio retículo-ruminal, lo
que resulta en mayores pérdidas en las heces si se suministran enteros.
Niveles
de fibra en la dieta:
A medida que se incrementan los niveles de fibra en la dieta, se incrementa el
tiempo que el alimento permanece en el rumen, lo que aumenta las oportunidades
de masticar granos enteros y mejorar su aprovechamiento.
Composición
de la dieta y niveles de grano de cereal: La composición de la dieta y los niveles de
grano de cereal también influyen en el aprovechamiento de los granos enteros.
Por ejemplo, cuando el nivel de grano de maíz es igual o inferior al 0,5% del
peso vivo, las pérdidas de almidón son menores, pero pueden aumentar significativamente
si se suministran granos de sorgo, cebada o trigo enteros.
Problemas
operativos: En
algunos casos, debido a problemas operativos, puede ser necesario suministrar
granos enteros, lo que puede resultar en pérdidas de almidón en las heces y una
menor producción de carne o leche.
En resumen,
las diferencias en el aprovechamiento de granos enteros versus granos partidos
o molidos dependen de varios factores, incluyendo la edad del animal, el tamaño
del grano, la composición de la dieta y los niveles de fibra. Es importante
evaluar estas diferencias en cada sistema productivo y considerar el equilibrio
entre el costo de la molienda de los granos y las pérdidas de almidón en las
heces para maximizar la producción de carne o leche.