El informe presentado por CAPROVE y el doctor Ramón Noseda del Laboratorio Azul destaca la situación del carbunclo en el país y la necesidad de seguir implementando medidas de prevención y control. A continuación, se resumen los principales puntos del informe:
El carbunclo es una zoonosis que puede prevenirse y controlarse mediante la vacunación anual. En algunas provincias como Buenos Aires y Santa Fe, la vacunación es de carácter obligatorio.
En 2022, se produjeron 15.569.380 dosis de vacunas anticarbunclosa con la cepa Sterne en 10 laboratorios, lo que representa una disminución de 19.842.595 dosis en comparación con el año anterior.
La Cámara destaca la importancia de mantener la vacunación anual obligatoria y la producción adecuada de la vacuna para controlar la zoonosis.
Los indicadores evaluados en 2022 demuestran avances significativos en el control del carbunclo, pero aún no son suficientes para lograr su erradicación.
Se presentan cuatro escenarios de evaluación epidemiológica de la zoonosis en distintas áreas:
a. Área de Evaluación de Carbunclo rural en provincia de Buenos Aires: Se procesaron 55 muestras en 2022, y se realizó 1 aislamiento correspondiente al Partido de Carlos Casares.
b. Zona de Alerta y Respuesta del partido de Azul: Los productores ganaderos y veterinarios han mantenido un compromiso destacado en la búsqueda de Bacillus anthracis. El último brote de carbunclo bovino ocurrió en 2013.
c. Aislamiento en otros 5 laboratorios de diagnóstico veterinario: Se procesaron 62 muestras, de las cuales 6 resultaron positivas en diferentes provincias.
Se detalla la vacunación obligatoria bovina en distintas áreas:
a. Área de Alerta y Respuesta Partido de Azul/Bs. As: Se vacunaron 300.848 bovinos en 2022.
b. Provincia de Buenos Aires: En el período se vacunaron un total de 11.933.816 bovinos.
c. Provincia de Santa Fe: No se proporcionó la información de la vacunación en 2022.
En resumen, el informe enfatiza que Argentina tiene los recursos necesarios para controlar el Carbunclo Rural, incluyendo una vacuna de producción nacional confiable y de bajo costo, legislación específica y organismos de control, veterinarios competentes y productores ganaderos comprometidos. Se destaca la importancia de mantener la constancia en la vacunación y eliminar eficientemente los cadáveres de animales afectados para reducir la carga de esporas de Bacillus anthracis en el ambiente y así controlar esta zoonosis.