El encuentro realizado en Córdoba en el marco de la primera Reunión del Consejo Federal Agropecuario reunió a referentes productivos de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa, junto a autoridades nacionales del Ministerio de Economía y representantes de la Región Centro.
La instancia fue considerada estratégica, dado que esta zona concentra más del 80% de la producción de cultivos extensivos del país, más del 63% del rodeo bovino y cerca del 80% de la faena nacional, lo que la convierte en el núcleo productivo más relevante de la Argentina.
La agenda abordó un amplio conjunto de temas vinculados con sanidad animal, normativas del SENASA, innovación tecnológica, uso de herramientas digitales y oferta de financiamiento sectorial. Por La Pampa participaron Ricardo Baraldi, subsecretario de Asuntos Agrarios, y Marcelo Lluch, director de Ganadería. Baraldi subrayó como punto central la implementación de la Resolución 711/2025, que establece una reducción significativa en la cantidad de dosis de vacuna antiaftosa en categorías determinadas. Según explicó, se prevé que las vaquillonas, novillos y novillitos dejen de vacunarse en la segunda campaña de 2026 y que los feedlots queden exceptuados desde la primera campaña de ese año. Este cambio, según estimaciones oficiales, generaría un ahorro aproximado de USD 25 millones para los productores, al disminuir costos sanitarios sin comprometer los estándares de prevención.
Otro eje destacado fue la actualización de programas sanitarios. Para la producción porcina se presentaron los lineamientos del nuevo Plan Nacional de Control y Erradicación de la Enfermedad de Aujeszky, iniciativa que busca reforzar los sistemas de vigilancia epidemiológica y mejorar las condiciones sanitarias de las granjas. En cuanto al sector avícola, las autoridades informaron que Argentina logró la certificación como país libre de influenza aviar, un logro de alto impacto para la exportación de productos avícolas y la consolidación de mercados internacionales. También se trató el avance en la elaboración del Plan de Garrapata del Bovino, una problemática persistente en regiones ganaderas, así como las acciones del Plan de Sanidad Apícola, orientado a mejorar la salud de las colmenas y la trazabilidad de la miel y sus derivados.
Desde el plano financiero, se revisaron distintas líneas de crédito a valor producto ofrecidas por BICE para lechería, porcinos y engorde de novillos, así como la línea del Banco Nación destinada a producción ovina. Baraldi remarcó que La Pampa insistió en la necesidad de adaptar estas herramientas para incluir a los pequeños y medianos productores, ya que las condiciones actuales —que exigen contar con más de 250 vientres— dejan fuera al 75% del universo productivo pampeano. Además, señaló que el esquema planteado por Nación contempla financiamiento indexado a UVA más 8 puntos, un costo financiero difícil de afrontar para la mayoría de los establecimientos de escala menor.
Respecto a la identificación electrónica obligatoria mediante caravanas, cuya implementación está prevista a partir del 1 de enero de 2026, La Pampa propuso establecer una prórroga y aplicar un sistema de estratificación por tipo y tamaño de productor para facilitar el proceso. Las autoridades del SENASA adelantaron que la medida podría extenderse algunos meses más, especialmente por coincidir con períodos de parición, y manifestaron disposición para atender particularidades regionales y garantizar una implementación gradual y flexible.
El encuentro también incluyó exposiciones técnicas del INTA, que presentaron propuestas en materia de innovación tecnológica aplicada a la producción agropecuaria. Se destacaron desarrollos vinculados al uso eficiente del riego mediante sistemas automatizados y sensores, así como la aplicación de drones para tareas de pulverización y monitoreo, tecnologías que permiten mejorar la precisión del uso de fitosanitarios y optimizar los recursos hídricos.
En conjunto, la jornada dejó como resultado una hoja de ruta amplia para reforzar la competitividad productiva de la Región Centro, con foco en la modernización tecnológica, la eficiencia sanitaria, la adaptación de las políticas crediticias y la necesidad de diseñar herramientas que contemplen la diversidad productiva de cada provincia.