
El regreso de las precipitaciones sobre gran parte del territorio agrícola argentino generó una pausa temporal en el avance de la siembra de girasol. Sin embargo, según el informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el cultivo continúa mostrando un desarrollo general favorable, con una marcada recuperación en la actividad en la región sur.
Progreso de siembra y situación regional
El área implantada alcanzó el 51,2% de las 2,7 millones de hectáreas proyectadas para la campaña, lo que implica un importante progreso intersemanal de 10,9%. Este impulso se observó principalmente en el sur del área agrícola, donde las condiciones de humedad previo a las lluvias favorecieron el movimiento de las sembradoras.
No obstante, la reciente generalización de las lluvias produjo una ralentización del ritmo de siembra en el Sudeste de Buenos Aires y la Cuenca del Salado. En estas zonas clave, persisten demoras respecto del promedio de los últimos cinco años, con retrasos estimados en 21% y 19%, respectivamente. Estos diferimientos comprometen parcialmente la ventana óptima de implantación en regiones donde los excesos hídricos suelen generar mayores complejidades operativas.
Condición del cultivo y necesidades hídricas
Del área ya implantada, el 78,4% presenta una condición hídrica Adecuada u Óptima, lo que respalda un establecimiento inicial robusto del cultivo. Asimismo, el 99,1% del girasol se encuentra bajo una condición sanitaria y de desarrollo Normal a Excelente, dato que confirma un buen arranque de campaña pese a las limitaciones climáticas puntuales.
Sin embargo, la Bolsa advierte que el mantenimiento de este escenario dependerá críticamente de la continuidad de aportes hídricos en zonas del centro y norte del país. Dichas regiones ingresarán en breve a etapas fenológicas de alta exigencia de agua y temperaturas elevadas, lo que podría comprometer el potencial de rinde si la oferta de humedad no se mantiene en niveles adecuados.
Perspectivas
El cultivo se encuentra en una situación técnica promisoria, aunque con desafíos presentes. La evolución climática en las próximas semanas será determinante para sostener la buena condición alcanzada en el establecimiento inicial, garantizar una correcta expansión foliar y permitir que el cultivo transite las etapas reproductivas sin estrés hídrico.
El girasol continúa consolidándose como una alternativa estratégica en la rotación agrícola nacional, especialmente en zonas con restricciones productivas donde su rusticidad lo posiciona con ventajas comparativas frente a otros cultivos de verano.