
La reciente gira del presidente Javier Milei por Estados Unidos dejó resultados concretos en materia de financiamiento internacional.
El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) confirmaron una nueva inyección de dólares para el país, orientada a proyectos productivos, infraestructura y desarrollo regional.
Los organismos multilaterales buscan apuntalar el crecimiento en sectores estratégicos como minería, energía, turismo y pymes.
El Banco Mundial anunció el adelanto de desembolsos por unos US$ 4.000 millones, canalizados a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA).
En paralelo, el BID aprobó operaciones por US$ 2.900 millones para el sector público —centradas en reformas estructurales y eficiencia— y otros US$ 1.000 millones mediante BID Invest para proyectos privados vinculados a energía, minerales críticos, salud y conectividad.
Según la Fundación Mediterránea, el flujo de capitales previsto podría redistribuir el crecimiento hacia regiones con alto potencial en recursos naturales.
Las provincias de la Patagonia, Cuyo y el Noroeste argentino se perfilan como las principales beneficiadas. Neuquén encabeza la lista con tres proyectos enmarcados en el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), enfocados en producción y transporte de hidrocarburos. En tanto, Catamarca, Salta, San Juan y Jujuy fortalecen su perfil minero con múltiples iniciativas en litio, cobre y oro.
Río Negro también destaca por sus proyectos en hidrocarburos y energías renovables, mientras que Buenos Aires aparece en un segundo grupo con potencial diversificado en turismo, agroindustria y servicios.
En Chubut y Santa Cruz, la energía eólica y la minería sostienen gran parte del empleo provincial. Por su parte, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Misiones y Tierra del Fuego se ubican entre las jurisdicciones con impacto acotado, aunque con sectores consolidados en agroindustria y turismo.
En total, se contabilizan 20 proyectos dentro del régimen RIGI, de los cuales solo uno fue rechazado. La Fundación Mediterránea advierte que el desafío será transformar los compromisos financieros en inversiones efectivas que impulsen el empleo, la infraestructura y el desarrollo productivo de largo plazo.