
Las exportaciones de lana argentina continúan mostrando un desempeño positivo y sostenido, con un fuerte impacto en el sector ovino y en la economía nacional.
De acuerdo con los datos oficiales de la Dirección Nacional de Producción Ganadera, en base a información del INDEC y SENASA, durante el período julio 2024 – junio 2025 se exportaron 31.088 toneladas base sucia, lo que representa un incremento del 31,9% en comparación con la zafra anterior. Este crecimiento refleja no solo una recuperación en los volúmenes comercializados, sino también una consolidación de la demanda internacional por la lana argentina, reconocida por su calidad.
En términos de valor, las exportaciones también registraron un aumento significativo. El ingreso de divisas por este concepto alcanzó los U$S 114.168, lo que equivale a un crecimiento del 23,22% respecto al período previo. Este desempeño resulta clave para las economías regionales, dado que la actividad ovina genera empleo directo e indirecto, fomenta el arraigo rural y potencia la diversificación productiva en provincias con fuerte tradición ganadera como Chubut, Santa Cruz, Río Negro y Corrientes.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca resaltó que este desempeño favorable confirma el dinamismo del sector y su rol estratégico como motor de desarrollo en las zonas productoras. Asimismo, se destacó la importancia de sostener políticas públicas orientadas a mejorar la competitividad, la innovación tecnológica en el proceso de esquila, clasificación y acondicionamiento de la fibra, y la apertura de nuevos mercados internacionales con alto valor agregado.
En este contexto, la Secretaría recordó que se encuentran disponibles líneas de crédito específicas del Banco de la Nación Argentina (BNA), diseñadas para atender las necesidades de los productores ovinos. Estas herramientas financieras permiten financiar la compra de insumos, mejoras en la infraestructura rural, incorporación de tecnología y modernización de los sistemas productivos. El objetivo es fortalecer la cadena de valor de la lana, generar mayores oportunidades de industrialización local y consolidar la posición del país como un proveedor confiable en el mercado internacional.
En conjunto, los resultados alcanzados muestran que la lana argentina mantiene un papel relevante no solo en términos de exportaciones, sino también como una actividad que aporta valor social, económico y ambiental, contribuyendo al desarrollo equilibrado de las regiones y al crecimiento de la agroindustria nacional.