
La apicultura urbana está en auge en Argentina, especialmente en el Gran Buenos Aires, donde cada vez más personas están adoptando la idea de tener colmenas en sus hogares.
Nicolás Fioretti, consultor en apicultura, destacó en un programa radial que la combinación de ciertos árboles frutales, como higueras y nísperos, junto con colmenas de buena genética, permite la producción de miel en entornos urbanos.
Este crecimiento de la apicultura en áreas urbanas y periurbanas se debe a factores como la capacitación de los interesados, un cambio cultural que promueve la sostenibilidad y la disponibilidad de abejas menos agresivas gracias a los avances en genética. A diferencia de décadas pasadas, donde las abejas africanizadas representaban un riesgo, hoy se pueden criar abejas más dóciles incluso en espacios limitados.
En algunas ciudades europeas, como París y Londres, la apicultura urbana ya se ha integrado a la cultura local, apoyada por el movimiento de alimentos “kilómetro cero”, que aboga por el consumo de productos producidos localmente.
Desde 2020, la provincia de Buenos Aires ha implementado cursos de iniciación en apicultura periurbana, y programas como “Mi Primera Colmena” que facilitan a los recién formados el acceso a sus propias colmenas. Además, se realizan congresos que fomentan el intercambio de conocimientos y experiencias en el sector.
Pese a que Argentina es uno de los principales exportadores de miel a nivel mundial, enfrentando la competencia del dumping y la falsificación de miel, existe una oportunidad en la creación de mieles de valor agregado. Algunos ejemplos son la miel de “monte nativo cordobés” y la “miel de azahar de limón” de Tucumán, que no solo promueven las economías regionales, sino que también generan mayores ingresos para los apicultores.
Sin embargo, el consumo interno de miel en Argentina es muy bajo, con apenas 200 gramos por persona al año, en comparación con un kilo en países como Alemania. Fioretti hizo un llamado a fomentar una cultura en torno a la miel y a plantar más flores y árboles, resaltando la importancia de acercarse más a la apicultura y al desarrollo sostenible en las ciudades.